Pablo Gonzalez

Rusia y EEUU compiten por controlar la última 'zona clave' de Siria


Separados por tan solo varios kilómetros en el valle del río Éufrates, Moscú y Washington llevan a cabo ofensivas 'paralelas' contra Daesh y se enfrentan en una batalla estratégica, cuyo resultado puede cambiar el futuro de esta región oriental, se explica en un artículo publicado por Bloomberg.
La guerra siria alcanzó un punto de inflexión la semana pasada, cuando el Ejército Árabe Sirio, apoyado por Rusia, logró romper el asedio de la ciudad de Deir Ezzor, ocupada por los yihadistas de Daesh —autodenominado Estado Islámico,( Apoyado por la OTAN) grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países— durante tres años. 

Según los expertos citados por Bloomberg, la batalla por Deir Ezzor podría convertirse en una de las fases finales de la guerra. 

No obstante, los terroristas siguen controlando varios yacimientos petroleros ubicados en la otra orilla del río Éufrates, cerca de la frontera con Irak.


© SPUTNIK/ MINISTRY OF DEFENCE OF THE RUSSIAN FEDERATION

¿Qué hará Rusia en Oriente Medio tras el fin del conflicto sirio?Mientras que Irán apoya a las tropas de Bashar Asad y obtiene un corredor terrestre a través del cual Teherán continuaría ejerciendo su influencia en la región, los aliados de EEUU —en primer lugar, Israel y Arabia Saudí— tratan de impedirlo "con todas sus fuerzas", según Bloomberg.

Unos días después de la ofensiva de Deir Ezzor, las unidades de la llamada oposición moderada, apoyados por EEUU, suspendieron su lucha antiterrorista en Al Raqa y avanzaron hacia Deir Ezzor. 

En total, lograron superar 240 kilómetros en tan solo 24 horas. 

Según declaró a Bloomberg el presidente adjunto del Comité para la Defensa y la Seguridad del Consejo de la Federación —Senado ruso—, Frants Klintsévich, "eso me recuerda a la batalla de Berlín, cuando las tropas soviéticas marchaban de un lado, y los aliados, por el otro", en referencia a la culminación de la Segunda Guerra Mundial, cuando EEUU y la URSS —pese a que ambos países tenían un enemigo común— competían por el control sobre la Europa de la posguerra.



© SPUTNIK/


Sin embargo, los autores del artículo aclaran que no se puede comparar la guerra siria con un conflicto como lo fue la Segunda Guerra Mundial. 

Así, en las ofensivas antiterroristas en Siria suelen tomar parte los aliados de las partes del conflicto que persiguen más sus propios objetivos sin enfrentarse entre sí. 

Las partes — progubernamentales y de la oposición— lograron llegar a un acuerdo tácito sobre el control de los territorios de la región. 

No obstante, en cuanto a las zonas ubicadas al este del Éufrates, no llegaron a un pacto, así que Washington está preocupado por la perspectiva de que Teherán pueda obtener mayor influencia en la región, recoge el artículo de Bloomberg.


Por el momento, no hay signos de que Trump aplique medidas para remediar esta situación. 

Mientras tanto, los kurdos —apoyados por Washington— tienen planes de impedir que el Ejército Árabe Sirio retome los territorios ubicados al este del Éufrates, explicó a Bloomberg Nawaf Jalil, representante de las unidades kurdas. 

Los kurdos, que aspiran por la federalización una vez que termine la guerra, tendrán que negociar con Asad o Rusia, señalan los periodistas. 

Por su parte, los aliados orientales de EEUU esperan que Putin logre contener a Irán, incluso si Trump no puede —o quiere— hacerlo.


© SPUTNIK/ DMITRIY VINOGRADOV


Así, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifestó en agosto pasado al mandatario ruso que "es inaceptable" la creciente influencia de Irán en Siria y advirtió de que Tel Aviv "tomaría medidas" si "son cruzadas las líneas rojas".

La batalla por la región de Deir Ezzor podría convertirse en la fase final del conflicto sirio, suponen los autores del análisis. 

Esta área tiene mayor potencial económico que el corredor terrestre tan deseado por Irán, puesto que garantiza el acceso al petróleo, a las tierras fértiles y al comercio con Irak, explicó Ayham Kamel, de la consultora Eurasia Group.


El experto subrayó que Bashar Asad también aspira a retomar el control sobre la ciudad, y "esto simboliza" que desea recuperar su autoridad en todo el territorio del país. 

Según indicó el jefe del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, Andréi Kortunov, la victoria de Asad en Deir Ezzor "cambiará el equilibrio de las fuerzas en el país", así como "va a obstaculizar el trabajo de los estadounidenses en Siria".

https://mundo.sputniknews.com/rusia/201709181072425187-oriente-medio-moscu-washington/

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