Pablo Gonzalez

De vueltas al Periodo de Entreguerras

Análisis de numerosos factores semejantes a los acaecidos en el Periodo de Entreguerras


Puede que este sea uno de esos artículos que pronostican una realidad que no llegue a darse, al menos eso cabría esperar por parte del autor, pero coexisten en la actualidad numerosos factores y fenómenos sociales que comparten parecido con aquellos que tuvieron lugar en el periodo que transcurre entre la Gran Guerra y la Segunda Guerra Mundial, teniendo en cuenta la Guerra Civil española (1918-1936).

El panorama político será lo primero a mencionar en esta lista. Al igual que durante los años 30, el modelo de democracia liberal de Occidente se encuentra desprestigiado y ha generado un grave clima de desafección política.

 Este rechazo hacia las instituciones y los modelos parlamentaristas viene acompañado por la crisis económica de 2007. 

Esta situación se asemeja a la que vivieron dichos sistemas, aunque menos sofisticados, en el periodo de entreguerras. 

Las democracias liberales no asimilan o plantean soluciones a las contradicciones y los conflictos que descansan en la base social, como la lucha de clases o las guerras imperialistas; y se ven sumidas en la contradicción y el caos en los periodos de crisis económica, como la Gran Depresión de 1929.

Además, la crisis política se dilata cuando le sumamos el auge del fascismo y el nacionalismo. Cuando las democracias burguesas no ofrecen soluciones a las cuestiones económicas y sociales, la crispación social es el caldo de cultivo idóneo para los movimientos rupturistas y radicales. 

El siglo XX nos heredó las experiencias fascistas y nazis en Europa; y en la actualidad, la crisis de los refugiados o la inmigración y el proyecto imperfecto de la Unión Europea sirven como excusa para los movimientos nacionalistas, xenófobos o autoritarios. 

Al igual que en el periodo de entreguerras, ante nuestros ojos emergen partidos y Gobiernos de extrema derecha que se hacen con el poder y plantean sus políticas, como en Reino Unido, Hungría, Polonia, Ucrania etcétera

Una de las diferencias más notorias en este sentido, respecto al panorama político actual, es la inexistencia de los polos que se enfrentaron en la Guerra Fría, el liberalismo, representado por Estados Unidos, y el comunismo, representado por la Unión Soviética (URSS). 

En la actualidad, no existen frenos al fascismo y la extrema derecha porque Estados Unidos y Rusia se autogobiernan en base a intereses capitalistas y con un carácter autoritario e imperialista. Respecto a esto último, las declaraciones nacionalistas de Donald Trump tuvieron respuesta en Europa, que afirmaba sentirse desprotegida y que, por primera vez en mucho tiempo, tendría que optar por la autodefensa. 

Eso nos alerta de la dependencia que tenía Europa de los Estados Unidos y lo estigmatizada que tienen a Rusia y su zona de influencia, Europa del Este.

Por otro lado, podríamos analizar el campo social que, en mi opinión, resulta el más interesante por lo abarcable que es y lo apartado que se presenta su análisis para la mayoría social.

 El periodo de entreguerras trajo consigo la denominada cultura de masas y la masa en sí como concepto. Su análisis se basó en los fenómenos que se produjeron en el panorama político, sobre todo.

 Podríamos señalar el auge de las ideas totalizadoras, absolutas o mesiánicas que sirvieron de clavo ardiendo a las masas a través de sus discursos y los instrumentos de propaganda, que influyeron sobre ellas.

 En el periodo de entreguerras, se experimentaron nuevas formas de control, manipulación social y propaganda ideológica que, en la actualidad, se han convertido en los instrumentos del poder y la ideología hegemónicas a través de los medios de comunicación, los mass-media o redes sociales e internet.

Pero si algo caracteriza a las masas, su adhesión a estas ideologías y cosmovisiones y su semejanza con el periodo de entreguerras son la defensa de las mismas, su forma, su justificación identitaria y sus respuestas violentas. 

Para ejemplificar, cabe mencionar los numerosos casos que denotan el clima de violencia objetiva y subjetiva que coexiste en nuestras sociedades: la violencia en las aulas, en el ámbito doméstico, en el deporte, en los discursos políticos y religiosos o la violencia televisada. 

Todos estos ejemplos se suman a la escasez de pensamiento crítico que nutre a la sociedad y la modernidad líquida que compone un modelo de individuo, construido a través de mis libros, el sujeto embrutecido. 

Un modelo de individuo que se encuentra bajo la influencia de la propaganda, el pensamiento unidimensional o dominante, de las verdades absolutas y, en definitiva, a la cultura de masas.

Por último lugar, este análisis pretende reseñar algunas semejanzas en el mundo del arte, donde encontramos nuevas tendencias artísticas, como en el caso de la pintura de entreguerras (cubismo, surrealismo o dadaísmo).

 Encontramos al arte, con sus máximos exponentes en las altas esferas, apartados de la masa y de la realidad que vive la mayoría social. Esta separación entre la ciudadanía y el arte se asemeja bastante a la acaecida en el periodo de entreguerras y no beneficia en absoluto a las democracias liberales. 

Sin embargo, ya es patente el desinterés de la alta burguesía por la potenciación de la cultura y del arte. Sus manos y su influencia se centran en el espectáculo (la política espectáculo o el príncipe mediático) que se basan en lo simbólico, en su carácter propagandístico, y lo visual, como el cine. 

Podríamos marcar como una semejanza la evolución del cine, que en el periodo de entreguerras pasa del blanco y negro al color y la incorporación del sonido; y que, en la actualidad, encontramos una evolución cinematográfica al 3D y a un modelo que busca impresionar con acción y violencia a las masas y exportar la ideología del país hegemónico, Estados Unidos.

En definitiva, opino que este análisis de semejanzas puede no ser un pronóstico de lo que queda por venir pero, si que resulta llamativo cuanto menos la enumeración de estos aspectos y fenómenos que no auguran novedades beneficiosas.

https://diario-octubre.com/de-vueltas-al-periodo-de-entreguerras/

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