Pablo Gonzalez

Ucrania reescribe la historia: la batalla por el aeropuerto de Donetsk

Esta semana se cumplen dos años del final de una de las batallas más duras y más largas de la guerra de Donbass: la lucha por el aeropuerto de Donetsk.

Tras meses de una durísima batalla por cada edificio y cada zona de lo que hasta unos meses antes era el aeropuerto más moderno de Ucrania, el comando ucraniano optó por hacer a sus hombres luchar hasta el final, incluso cuando el curso de la batalla ya se había decantado en su contra.

Con los últimos soldados atrapados en un único piso del último edificio, la prensa ucraniana y muchos periodistas occidentales, algunos de ellos desde Donetsk, afirmaban aún que la batalla continuaba y que Ucrania mantenía sus posiciones a la espera de unos refuerzos que no tenían ya ninguna opción de llegar a su destino.

Dos años después, aún en Donetsk, la periodista de Odessa Irina Lashkevich denuncia la manipulación de los hechos y recuerda el proceso con el que Ucrania pasó de idolatrar a los ciborgs, como entonces se llamaba a los soldados que defendían el aeropuerto, a abandonarlos a su suerte en lugar de salvar sus vidas retirándose de un aeropuerto que ya no valía nada.

* * *

Original: Irina Lashkevich

Ayer [el 20 de enero], la televisión ucraniana conmemoró el segundo aniversario de la “retirada” del Ejército Ucraniano del aeropuerto.

 Así. Pero no fue una retirada sino una derrota completa del Ejército Ucraniano. Antes del ataque, la milicia había dado a los soldados ucranianos la oportunidad de salir, de sobrevivir, pero el comando ucraniano decidió lo contrario. 

Enviaron a los soldados al matadero, pese a que comprendían perfectamente que solo unos pocos sobrevivirían. 

Las tropas ucranianas recibieron la orden de aguantar durante cuatro horas, hasta que llegaran los refuerzos. Esa ayuda nunca llegó y resistieron todo un día. 

Los soldados no sabían que el proyecto “ciborgs” estaba cerrado, que Ucrania no necesitaba vivos a los cibogs.

En aquel momento, escribí en Facebook: “saquen a los soldados o los sacarán en trozos de cemento”. El idiota de [Alexey] Mochanov [bloguero, propagandista y voluntario de ATO] dijo: “no crean a la cuentacuentos de Lashkevich.

 He llamado a los chicos, todo está bien, el aeropuerto no se va entregar, todo está bajo control”.


Al día siguiente encontré a los ciborgs en el hospital [en Donetsk]. 

Solo unos pocos sobrevivieron. Prácticamente todos habían perdido las manos o los pies. 

Las consecuencias del trabajo de artillería y el frío a veinte grados bajo cero. 

Se encontraron heridos a lo largo de varios días. Sufrían congelación, heridas, de ahí el gran número de amputaciones.

En aquel momento, Donetsk prácticamente se moría de hambre. Escribí a Mochanov: “tus ciborgs están en el hospital, necesitan ayuda”. 

No respondió. Los ciborgs llevaban ya una semana en el hospital cuando Mochanov escribió: “Nuestros chicos mantienen sus posiciones, no crean a Lashkevich”. Mostré a los ciborgs las noticias que se publicaban en Ucrania y no daban crédito a las monstruosas mentiras de la prensa ucraniana.

…Y entonces llegó el silencio… Las palabras ciborg o aeropuerto desaparecieron de las ondas… los chicos ucranianos seguían en un hospital de Donetsk, recibían tratamiento médico, estaban alimentados, se les dio la oportunidad de llamar a sus familias. 

 Mi teléfono recibía sin parar llamadas de madres de soldados. Todos intentaban encontrar a su marido, su hermano, su hijo. 

Las autoridades ucranianas no participaban en la búsqueda. Les habían dejado solos con sus problemas. Los ciborgs fueron traicionados, sacrificados.

Ucrania sigue mintiendo a sus ciudadanos. 

Las autoridades usan la guerra para su beneficio personal. Llegará un momento en que reconocer la verdad será equivalente a la muerte. Viudas y madres se lamentarán al darse cuenta de lo absurdo de esta guerra.

El tiempo llegará, yo ya lo he advertido. Entonces haré alarde de ello. 

He visto tantos ancianos, mujeres y niños muertos que será imposible no alardear de haberlo advertido. Así lo pienso en este momento.

Y no fue una retirada, fue una derrota completa. Rotos en pedazos, en moléculas, con cientos de víctimas.

PD. Durante la “retirada ordenada” vivía a pocos kilómetros del aeropuerto. Desde la ventana podía ver el aeropuerto.

 La tierra retumbaba y se quemaba, la casa temblaba como un árbol.

 Entonces, el bocazas de Mochanov escribió: “no crean a Lashkevich”.

 Probablemente él lo viera mejor desde Kiev que yo desde la ventana. Los ciborgs se mezclaban con el cemento…

https://slavyangrad.es/2017/01/23/ucrania-reescribe-la-historia-la-batalla-por-el-aeropuerto-de-donetsk/

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