Pablo Gonzalez

El "culto" a la personalidad en Cuba


Fidel Castro Ruz: "Creo que la historia de nuestro país ha estado llena de políticos vanidosos, la historia anterior a la Revolución – y te digo que el caldo de cultivo para un enorme poder personal existía, pero jamás me dejé tentar ni me dejé arrastrar por eso, todo lo contrario -, una de las primeras leyes de la Revolución – y me pregunto si otros lo han hecho en otras partes – fue prohibir los retratos oficiales".

"En Cuba, en más de 30 años de Revolución, nunca ha habido retratos oficiales (…)Los retratos míos que la gente puede tener en sus casas son sacados de revistas, de pancartas de propaganda de algún acto nacional. 

De los retratos que tiene la gente, ni un solo retrato mío es oficial, son retratos que han recogido en publicaciones (…) pero no existe el retrato oficial en Cuba, fue prohibido en los primeros meses de la Revolución".

"Otra cosa, se prohibió terminantemente ponerles el nombre de personas vivas a escuelas, instituciones, instalaciones, fue prohibido de modo terminante; sólo se les podía poner el nombre de personas muertas. 

Por último se prohibió terminantemente todo lo que se refiere a estatuas, bustos y todas esas cosas.

 Es decir, que ni calles, ni escuelas, ni nada, podían tener nombres de revolucionarios vivos, ni podía haber estatuas de revolucionarios vivos; fue una de las primeras cosas que hizo esta revolución tan temprano como en el año 1959; cuando todavía no se había hablado en la Unión Soviética, ni en esos lugares con mucho énfasis del fenómeno del culto a la personalidad. Incluso la frase “culto a la personalidad” empezó a tener particular connotación bastante después del triunfo de la Revolución Cubana, y ya nosotros habíamos tomado todas esas medidas".

"Tuvimos un montón de años los grados de capitán, primer capitán, mayor, comandante, primer comandante, porque teníamos un ejército enorme y no teníamos generales, y todas aquellas unidades no cabían dentro de los pocos grados que teníamos, en el que el más alto era el de comandante, hasta que un día la necesidad nos obligó a usar los grados por nuestras relaciones, incluso, con los países socialistas y otros muchos países (…)

 No obstante tuve el privilegio de conservar el nombre original de mi grado y no ascendí; por lo menos en lo que se refiere al título no ascendí; seguí siendo comandante, que en este caso es Comandante en Jefe, que tengo entendido (…) que por ley lo convirtieron en un grado, pero se llama así.

 Fíjate si nosotros en todas estas cuestiones hemos sido cuidadosos y hemos tenido una actitud modesta. 

Me parece que es un factor fundamental que nos ha permitido mantener la integridad de los primeros días en que nos iniciamos como revolucionarios".

Parlamento cubano, tras la muerte de Fidel y por deseo expreso de éste

"Se prohíbe expresamente el empleo del nombre de Fidel para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles y otros lugares públicos, así como cualquier tipo de condecoración, reconocimiento o título honorífico".

Publicado por JM Álvarez

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