Pablo Gonzalez

Documento rebela Estrategias de Guerra Urbana en los "Stalingrados Contemporáneo"

El Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos USAWC publicó este mes [diciembre 2016] un documento en el que se esbozan los planes de Estados Unidos para emprender una guerra total en las principales ciudades metropolitanas de todo el mundo.

El informe de 163 páginas AQUÍ, "Contingencias Militares en Megaciudades y Sub-Megaciudades", está escrito por dos académicos militares, el Dr. Phil Williams y Werner Selle.

 Empleando fría y calculadora jerga militar, los autores adelantan propuestas que probablemente conducirían a una guerra nuclear.

Es probable, según el artículo, "que Estados Unidos se encuentre en algún momento de un futuro no muy lejano involucrado en empresas militares en las grandes ciudades". 

En otra parte del documento, los autores califican a la invasión de las principales ciudades metropolitanas de ser "tan desafiantes como ineludibles".

El documento presenta un futuro con unos niveles de muerte, destrucción y sufrimiento humano históricamente sin precedentes.

 La guerra urbana "asegura que el campo de batalla será densamente poblado. 

Los civiles ya no serán simples espectadores capaces de ser circundados o evitados, sino un componente integral del campo de batalla ".

Los autores reconocen que este tipo de batallas podrían resultar en cantidades masivas de víctimas civiles y soldados.

"A pesar de las precauciones, no se puede permitir que una inhibición se convierta en una prohibición. 

Si hay alguna razón estratégica altamente convincente para la acción, los Estados Unidos no pueden tener el lujo de evitar los peligros de una contingencia urbana".

Preparados para un "Stalingrado contemporáneo"



Los autores explican que las comparaciones más cercanas para entender las batallas urbanas de este "futuro no muy lejano" son las batallas de Stalingrado y Berlín durante la Segunda Guerra Mundial.

"Ambas batallas finalmente resultaron en la destrucción total de las áreas urbanas densamente pobladas", observan los autores.

 "Un escenario más moderno, que aunque por improbable no es de ninguna manera inconcebible, podría suponer una batalla en Seúl, en la República de Corea.

 En cierto modo, tal escenario ejemplifica el potencial para una contemporánea batalla de Stalingrado."

Dada la población de Seúl de 23 millones y el armamento militar disponible hoy exponencialmente más letal, tal batalla probablemente mataría mucho más de los 3 millones estimados que murieron en Stalingrado o los 700,000 que perdieron su vida en Berlín. 

La respuesta de los autores es proponer mejores armamentos para las fuerzas de ocupación estadounidenses en Corea del Sur:

"Cuantas más fuerzas militares estadounidenses se eduquen, entrenen y equipen para un conflicto urbano denso, más probable es que la ventaja numérica de Corea del Norte no se pruebe tan decisiva como podría anticipar Pyongyang".

Los autores explican que tales "stalingrados contemporáneos" ocurrirían principalmente en las ciudades pobres, -a las que los militares clasifican como ciudades "frágiles" o "ferales" [salvajes] en contraposición con las ciudades más desarrolladas o "inteligentes". 

La destrucción de los barrios más pobres será un componente necesario para "pacificar" a la población.

"Dadas las tendencias de la urbanización, especialmente en el sur global y los problemas concomitantes de inestabilidad y fragilidad, es más probable que el ejército estadounidense se encuentre en una megaciudad frágil o feral que en una ciudad inteligente".

La estrategia militar de Estados Unidos: "Demoler los barrios marginales" y centrarse en los distritos pobres y obreros



Los grandes barrios de chabolas y barrios marginales de las ciudades empobrecidas presentan un desafío único a la invasión estadounidense:

"Las megaciudades y las zonas urbanas densas también contienen numerosos barrios marginales o "bosques de chapa metálica", que son muy diferentes de los "cañones de hormigón" [de los centros urbanos] ... 

Estas áreas pueden proporcionar un ocultamiento significativo a los enemigos e incluso convertirse en resistentes bases operativas. Aparte de alejar a la población y arrasar con los bulldozers, hay muy poco que se pueda hacer " (Énfasis agregado).

Los militares proponen atacar a jóvenes pobres y a los hombres de la clase trabajadora. El crecimiento de las poblaciones de los barrios marginales resulta en

"un excedente de machos desempleados con poco que hacer, que se unen a las bandas mafiosas o participan en el crimen como fuente de ingresos. 

Unirse a organizaciones extremistas o terroristas también puede parecer atractivo como salida. 

Por lo menos, en el caso de algún tipo de conflicto, estos jóvenes ofrecerían un grupo de reclutas potenciales para los opositores a los Estados Unidos. En resumen, los barrios marginales serían un campo de batalla excesivamente difícil."

La única alternativa propuesta por el Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos a arrasar los barrios marginales es que las fuerzas estadounidenses se alíen con "fuerzas de gobierno alternativas", incluyendo "entidades criminales".

"Un acuerdo tácito o explícito con las fuerzas de la gobernanza alternativa podría ser capaces de evitar que los adversarios utilicen estos "bosques de chapa metálica". 

Por supuesto, tendría que ofrecerse algo a cambio, aunque sólo sea un entendimiento implícito de que las fuerzas militares estadounidenses no interferirán con sus negocios ilícitos de estas organizaciones criminales".

Esta admisión revela el carácter fraudulento de todos los pretextos democráticos y humanitarios dados a la intervención militar estadounidense.

 Para suprimir la oposición entre los pobres y la clase obrera, el ejército se propone arrasar a los barrios marginales o dar rienda suelta a las bandas criminales para violar, secuestrar, matar, extorsionar y vender como esclava la población más empobrecida e indefensa.

Aplastar el "malestar civil" y "anarquía": infraestructuras críticas



El ejército está preocupado por la posibilidad de oposición social a una invasión estadounidense. 

Los autores del documento de la USAWC describen la "agitación civil" como un problema principal que "afectará la gobernabilidad de esas ciudades y desempeñará papeles importantes en las operaciones militares llevadas a cabo dentro de ellas".

Existe el peligro de "precipitar el colapso de una ciudad frágil hacia ciudad feral. Sólo hay que mirar la experiencia de Nueva Orleáns tras el impacto de Katrina para ver lo rápidamente que una ciudad puede degenerar en la anomia y la anarquía [sic], con el abandono repentino de las reglas habituales [de represión policial] y las normas de la vida urbana [sociales]".

Los autores citan un estratega de la industria que escribe: "El dilema urbano" implica "un riesgo de inseguridad entre los ciudadanos pobres". 

Esto se aplica más allá del sur global: "Incluso ciudades como Amsterdam, Londres, Nueva York, París o Tokio no son inmunes".

El artículo del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos cita a un académico que explica que el problema se debe en gran parte al "conflicto de clases", que "podría complicar enormemente los períodos de post-combate, pacificación y ocupación".

Donde surge la oposición social, los autores señalan que "la restauración del orden y la estabilidad tendrían que acompañar, si no preceder, a las operaciones de socorro en casos de desastre. Este esfuerzo también podría crear oposición".

En sus esfuerzos por aplastar a la oposición, los militares temen el "problema" que plantea la transparencia:

"Otro problema al tratar con el ciberespacio en relación con las campañas en megaciudades es que los enemigos pueden explotar casi automática la transparencia que crea, tanto para mostrar negativamente las actividades de las fuerzas estadounidenses como mostrar sus propias acciones muy positivamente".

Como resultado, los planes de invasión deben implicar esfuerzos para cerrar Internet, el servicio de telefonía celular y asegurarse de que los medios locales publiquen solo propaganda militar estadounidense:

"Parte de IPB [preparación de inteligencia para el campo de batalla urbano] antes de cualquier acción en una megaciudad o La submegaciudad debe ser identificar a los proveedores de servicios tanto para las telecomunicaciones como para Internet. También es importante identificar a los creadores de opinión en línea que podrían tener un gran impacto en cualquier controversia sobre la intervención militar estadounidense".

Los autores también señalan cómo

"aquí en los Estados Unidos, la publicación de vídeos que muestran homicidios por parte de la policía ha llevado a protestas significativas y movimientos políticos".

Junto con los apagones de Internet y telecomunicaciones, el documento otorga una importancia clave a la dominación de las infraestructura crítica de la ciudad para "controlar a la población".

"Hay ciertas áreas que se necesitará siempre entender al entrar en un área urbana con el fin de controlarlas y con ellas a la población. Estos son el diseño y composición del edificio, transporte, electricidad, aguas residuales y agua, y sistemas de gas natural y la ubicación / estado de subcomponentes clave -puentes, gasolineras, centrales eléctricas, líneas eléctricas de alta tensión, subestaciones y transformadores electricos de los vecindarios, vías subterráneas de alcantarillado, Plantas de purificación de agua, líneas de gas y los subterraneos bajo los caminos ... "

Infestación


Los autores del Colegio de Guerra elogian a un comandante de la Fuerza de Defensa Israelí que escribió que durante el ataque de 2002 contra el levantamiento palestino en la ciudad cisjordana de Nablus. Las FDI "no usaron ninguna de las calles, caminos, callejones o patios de la ciudad.

 Puertas, escaleras internas o ventanas, pero se movía horizontalmente a través de las paredes y verticalmente a través de agujeros perforados en techos y pisos.

 Esta forma de movimiento, descrita por los militares como "infestación", busca utilizar los [paisajes] interiores como si fueran exteriores y los interiores domésticos como si fueran vías de comunicación exteriores. La estrategia de las FDI de "caminar por las paredes" implica una concepción de la ciudad no sólo como el sitio sino también como el medio de guerra, un medio flexible, casi líquido, que es cambiante y fluído.

Vigilancia masiva: Sensores vivientes

El informe del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos incluye planes para establecer un mapa en tiempo real de los habitantes de una metrópolis entera, incluyendo sus movimientos, redes sociales, amigos, familiares y pensamientos políticos. Citando a un grupo de investigadores europeos, los autores declaran:

"La noción básica es que los ciudadanos con teléfonos inteligentes se han convertido en "Sensores móviles", informando sobre los eventos en la ciudad con tweets, fotos, mensajes y similares.

 "Esto transforma a los seres humanos en sensores potenciales que no sólo tienen la capacidad de procesar e interpretar lo que sienten y piensan, sino también de localizar geográficamente la información (a veces involuntariamente) y difundirla globalmente a través de Internet, dibujando así paisajes generados por las personas".

Al mismo tiempo, "los activos de inteligencia humana serán capaces de ofrecer una mayor comprensión de los adversarios debido a su capacidad de capturar emociones y relaciones, cosas que permanecerán fuera del alcance de los más sofisticados drones".

En otras palabras, el ejército estadounidense espía a toda la población de las ciudades que planea invadir, utilizando aviones no tripulados y teléfonos celulares como "sensores" en tiempo real para vigilar poblaciones enteras.

"Inteligencia humana" se refiere al uso de informantes y agentes gubernamentales [sobornados] para infiltrarse en grupos políticos y comunidades con el fin de suprimir la oposición.

Censura y "la batalla de la historia"

La clave de los esfuerzos de los militares para pacificar y ocupar las grandes ciudades es su capacidad para ganar lo que llama "la batalla de la historia". Los autores explican:

"La presentación de narrativas convincentes puede mejorar la legitimidad y la autoridad a los ojos de muchos interesados ​​(como la población urbana). 

Comprender la utilidad y el poder de los medios digitales, por lo tanto, permite un enorme alcance y amplitud que puede alterar indirectamente el campo de batalla.

 La facilidad de uso de los medios de comunicación y la tecnología móvil permite a los enemigos manipular y obtener una opinión pública favorable y reclutar el apoyo. 

Por estas razones y más, los líderes civiles y militares no pueden permitirse el lujo de ignorar el requisito de narrativas convincentes".

Esta lucha por las narrativas es especialmente importante en los casos en que los militares ocupan ciudades americanas:

"En última instancia, es probable que la batalla de las narrativas y las contradicciones de la seguridad estén a la vanguardia, sobre todo porque las contingencias más probables serán las operaciones humanitarias o de estabilización [porque son las que requieren de más tiempo].

 Además, tales operaciones podrían incluso tener lugar dentro de los Estados Unidos continentales, como lo demuestran los disturbios de Los Ángeles y las respuestas al huracán Katrina y Supertormenta Sandy. Presentar una imagen positiva de los militares al público estadounidense es indispensable para el apoyo continuo ".

Conclusiones: La clase dominante estadounidense se prepara para futuros crímenes de guerra



El artículo del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos podría servir como "Prueba A" en una acusación contra las principales figuras militares por crímenes de guerra. El artículo muestra que los planes de Estados Unidos para invadir, ocupar y "pacificar" [demoler] ciudades con decenas de millones de residentes están en etapas avanzadas. De hecho, los autores de este artículo consideran tales invasiones "ineludibles".

Ningún rincón del mundo está libre de la amenaza de la invasión estadounidense. 

El documento enumera varias ciudades -incluidas muchas en los Estados Unidos- como objetivos hipotéticos para la invasión. 

Entre las ciudades mencionadas en el documento están Mumbai, Beijing, Roma, Londres, Los Ángeles, Abuya, Baltimore, San Salvador, París, Tokio, Amsterdam, Dacca, Nairobi, Delhi, Alepo, Caracas, Río de Janeiro, Hong Kong, Sao Paulo, Ciudad de México, Seúl, Manila, San Francisco, Teherán, Estambul, Guangzhou-Foshan, Bangkok, Ciudad de Ho Chi Minh, Rangoon, Alejandría, Jakarta, Johannesburgo, Shanghai, Kabul, El Cairo, Riga, Tallin, Vilnius Y Mogadishu.

El artículo proviene del análisis que ha hecho el ejército estadounidense de sus propias actividades en los últimos años. Los autores hacen referencia a la ocupación por la Guardia Nacional de Ferguson-Missouri durante las protestas contra los homicidios policiales en 2014, la ocupación de partes de Nueva Orleans durante el huracán Katrina en 2005, así como operaciones en ciudades extranjeras como Kabul, Mosul, Fallujah y Bagdad.

El ejército estadounidense es consciente de que se está preparando tanto para atacar ciudades en el extranjero como para suprimir la oposición social por parte de la clase obrera en el país.

Si se permite a los militares estadounidenses llevar a cabo sus planes de invadir las principales ciudades del mundo usando las tácticas mencionadas en el documento del Army War College, decenas o cientos de millones morirán, mientras que el número de refugiados será mayor.

El capitalismo presenta un futuro de muerte y destrucción sin precedentes. Sólo una revolución social basada en la unidad internacional de la clase obrera puede impedir que el imperialismo norteamericano lleve a cabo sus planes.

http://tarcoteca.blogspot.com/2016/12/usa-total-war-documento-rebela.html

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