Pablo Gonzalez

Las placas eróticas mesopotámicas


La región de Mesopotamia es considerada como una de las cunas de la humanidad, y es que por aquellas fértiles regiones surgió allá por el IV milenio a.C., la invención de la escritura. 

El método... sencillo y eficaz, se modelaban unas tablillas de arcilla en forma de lámina y se grababa sobre ellas mediante un punzón o un sello.

 Una vez escritas se cocían al horno y ¡voilá! la arcilla se transformaba en una resistente cerámica que permitía conservar el mensaje escrito. Fíjense si esos primeros "libros" eran buenos que su excelente grado de conservación han sido, y siguen siendo, una fuente inestimable para conocer y comprender las civilizaciones surgidas en torno a los ríos Tigris y Éufrates. 

Por lo tanto, no nos puede extrañar que decidiesen emplear esa misma técnica para elaborar todo tipo representaciones, por lo que muy pronto esas placas de terracota sirvieron para expresar su mundo simbólico e ideológico... desde lo más elevado como sus dioses, hasta lo más mundano como el sexo. 

Pero es que en el mundo acadio y babilónico ambos conceptos estaban estrechamente vinculados: el sexo era fuente de vida y como tal había que celebrarlo... ya fuese mediante una literatura erótica bastante subidita de tono, una cosmogonía repleta de metáforas sexuales, así como una proliferación de imágenes de carácter sexual, donde destacan las famosas placas de terracota con representaciones de sexo explícito. 

Por lo que nos podemos imaginar la cara de sorpresa de los primeros historiadores, anticuarios y "arqueólogos" cuando se toparon con esta cultura que celebraba el sexo sin ningún complejo ni mojigatería. 

Pronto, todas estas imágenes quedaron clasificadas comopornográficas, no aptas para el público general, por lo que su estudio quedaba restringido a aquellas personas que por su elevada cultura y formación moral no se verían alteradas por tan sugerentes imágenes, por lo que estas placas de terracota quedaron sepultadas en los almacenes y salas secretas de los museos.

Pero aunque la Iglesia se ha esforzado durante estos dos mil años en imponernos una visión negativa y restrictiva del sexo, el ser humano no deja ser un ser pasional, y al final, esto del sexo nos gusta a todos un poco. 

Tan es así, y tan populares fueron estas tablillas de terracota, que no hay museo arqueológico en el mundo que no se precie de contar entre sus fondos con alguna de estas placas, eso sí! siempre bajo el interés científico y cultural de la pieza: desde los tradicionales grandes museos como el British o el Louvre pasando por museos más pequeños como el Museo de Oriente de Berlín o el Asmolean de Oxford, hasta los museos del otro lado del charco, como el Metropolitan Museum de Nueva York o el de la Universidad de Chicago. Aunque rara vez las verá expuestas en ninguna vitrina... quiero imaginar que por motivos de conservación.


Placas de arcilla con imágenes de vida en pareja en Mesopotamia, período babilónico antiguo, 2000-1700 a. C. (Metropolitan Museum, Nueva York).

Tipología

Aunque nos pueda sorprender, lo primero que hay que remarcar es que estas placas fueronun objeto de consumo popular, apareciendo, en gran número, en el interior de hogares, templos y tumbas de las principales ciudades del sur de Mesopotamia. 

 El inicio de esta industria de placas se dio durante la tercera dinastía Ur y su uso se extendió hasta su declive alrededor del 1700.

Aunque siglos antes del "boom" de este fenómeno estas culturas ya nos dejaron su particular visión de la sexualidad en algunos sellos cilíndricos con representaciones de escenas 'maritales' o banquetes, donde ya se aprecia que el sexo no era ningún tabú.


Sellos cilíndricos con parejas copulando.

Fuente: Legrain, L; Ur excavations volume III Archaic seal. Impressions.

Sellos cilíndricos con escenas de sexo. 

En ambas imágenes el pelo de la mujer está siendo sujetado por una sierva. La presencia de instrumentos así como de jarras de vino sugiere una posible participación en algún tipo de ceremonia, probablemente relacionada con el ritual del matrimonio sagrado.

Pero volviendo a nuestras placas eróticas, lo más asombroso de ellas es que a pesar de su diminuto tamaño, normalmente caben en la palma de una mano, el detalle de su labrado y la profundidad del relieve alcanza en algunas piezas exquisitos niveles de artesanía. Los temas de las placas suelen ser una figura o escena narrativa en el centro con bordes decorados en sus cuatro costados.

Estos relieves eróticos se pueden clasificar en tres grandes tipos:

- Coitus a tergo: la mujer reclinada y el hombre la penetra por detrás. Esta posición suele ir combinada con la mujer bebiendo de una jarra de cerveza a través de una pajita.
- Cara a cara: A veces de pie, otras tumbados en una cama.
- Desnudos femeninos aislados en posturas sexualmente activas, a veces con la presencia de elementos fálicos entre sus piernas.

Si analizamos iconográficamente las tablillas más populares veremos un patrón bastante estandarizado, por lo que parece claro que remiten a alguna escena mitológica o del folclore popular. Y dónde cada uno de los elementos representados encierra algún significado mágico...

Aunque cómo apuntan algunos de los más ilustres orientalistas es realmente difícil comprender qué significaron estas placas de arcilla para sus contemporáneos, no ya sólo por el problema de arrastrar nuestra actual concepción de sexo, sexualidad y erotismo hacia el pasado, sino que incluso el mismo concepto de imagen puede ser muy diferente al que se tenía en la antigüedad, es más, probablemente el propio significado de estas placas fue variando para los mesopotámicos a lo largo de su existencia. 

Y aunque más adelante profundizaremos en las distintas teorías que intentan explicar este fenómeno vamos a dar un repaso rápido a los principales patrones que se repiten:


Placa de terracota, Isin-Larsa, 
The Met, Nueva York

Escenas de cama 

La mayor parte de investigadores han querido ver en este tipo de placas una representación de uno de los episodios más famosos dentro de la cosmogonía babilónica, la unión sexual entre la diosa Inanna y Dumuzi, un episodio de gran tradición popular y que viene recogido en algunos de los poemas amorosos más populares.

Bajo este mismo foco, también se ha especulado que fuese la representación de este mito a través de un ritual de hierogamia, un matrimonio sagrado entre el rey y una sacerdotisa. Una ceremonia de carácter popular que se celebraba acompañadas de ardientes canciones de amor, semejantes a las recogidas en el libro bíblico conocido como el “Cantar de los Cantares”.

Escena de taberna


Placa de terracota de Uruk (Warka), Vorderasiatische Museum, Image credit: Assante 2002.


Denominamos escenas de tabernas a aquellas en las que aparece una mujer bebiendo de una jarra de cerveza mediante una caña mientras es tomada por detrás. Este tipo de placas nos hablaría de la íntima conexión existente entre cerveza, sexualidad femenina y sexo dentro de la cultura mesopotámica, hecho que probablemente contribuyó al éxito de este tipo de placas.

Así tenemos: un escenario, la taberna como escenario de la vida cotidiana; una protagonista, la diosa Inanna (probablemente); un objeto: la cerveza; y una actividad: el sexo. Todos estos elementos encierran un importante rol dentro de la magia popular de la época. 

Y es que las tabernas (o ¿prostíbulos?) estaban gobernadas habitualmente por mujeres, ya que eran considerados "territorios" de la diosa Innana/Isthar, por lo que eran lugares con ciertas connotaciones sagradas. Por lo que la visión de los estudios modernos de la taberna como burdel frecuentado sólo por los hombres en el que las mujeres actúen únicamente para satisfacer sus necesidades, ya sea al servir cerveza o sus cuerpos no se corresponde a la evidencia cuneiforme. 

Escenas de desnudos femeninos en posturas sexualmente activas


Placa de arcilla, Sumer, Tell Uhaimir
© Ashmolean Museum, 
University of Oxford


Aunque a primera vista la imagen de la derecha nos pueda parecer la típica postura de una mujer de parto, su comparación con otras placas similares nos hablan de una placa de evidente carácter sexual, mostrando una postura sexual muy explícita, y es que en otros ejemplos similares a este, la figura suelen venir acompañadas con un falo erecto, justo debajo de la mujer, o la representación de una mujer en cuclillas sobre un hombre yacente. Un tipo de representación, de larga tradición en sellos y placas, que se remonta a tiempos del período prehistórico. 

La representación de una mujer desnuda ha sido motivo de dispares opiniones primero sobre a quién representa, si una deidad, una sacerdotisa o una simple adoradora. Aunque la mayor parte de investigadores asocian la figura femenina a una representación de la diosa Annane/Astarté, principalmente porque su esfera de influencia es el espacio privado, con un marcado énfasis en las emociones sexuales y el bienestar en la vida, por lo que parece lógico encontrar este tipo de placas en el interior de los hogares, 

Pero aquí nos encontramos con otro problema... ¿Qué simboliza la imagen femenina? Tal vez, la fertilidad, por aquellas representaciones con pechos más prominentes, o tal vez la atracción sexual o la seducción erótica, por aquellas representaciones con énfasis en los genitales.

Interesantes son las reflexiones de una mujer, Bahrani, sobre las interpretaciones tradicionales del desnudo femenino en la tradición mesopotámica, ya que éstas se han realizado desde un prisma predominantemente masculino y bajo las nociones helenísticas y judeocristianas sobre la mujer y el sexo. 
Por lo que ella defiende que la sexualidad y la maternidad no eran contrarias en el mundo mesopotámico, definiendo cuatro tipos de imagen de la mujer bajo un mismo ideal de feminidad: madre, seductora, pareja sexual y artista.

¿Son las primeras representaciones pornográficas de la historia?




Placa de terracota.

Y así entramos en otro de los muchos debates abiertos en torno a estas placas ¿tuvieron una carga erótica para sus contemporáneos? Difícil saber si estas representaciones explícitas de la sexualidad humana tuvieron alguna connotación erótica.

Aunque algunos autores han sugerido que en estas placas se dan las primeras evidencias de la erotización del pecho de la mujer, ya que en algunas de ellas vemos como la mujer se toca el pecho y se lo ofrece al hombre. O tal vez sólo sea nuestra mirada occidental la que sugiere esa supuesta erotización.

No nos extenderemos mucho más en este punto, ya que merecería un post aparte, pero parece bastante difícil dilucidar cuándo comenzó a erotizarse la representación de la figura femenina. 

Función y significado de las placas 


Placa de Terracota de Babilonia, Vorderasiatische Museum, 13.5x7.5 cm
Image credit: Assante 2002.


A pesar de que ya hemos lanzado algunas teorías sobre su posible significado, éste no está tan claro, ya que desde el mismo momento de su descubrimiento dentro de la comunidad científica se han producidointerminables debates sobre el significado y la función de estos objetos. 

La primera teoría fue vincularlas a ritos y cultos relacionados con la prostitución sagrada, teorías que parten de textos del historiador griego Herodoto, pero que con el paso de los años se han demostrado que se deben más a la mente calenturienta de los estudiosos europeos del siglo XIX (y de Herodoto) que a la realidad de los hechos, considerando estas civilizaciones como lugares de excesos sexuales. 

Y es que la sensualidad y misterio de oriente siempre ha sido una fuente de fantasías sexuales para el mundo occidental, tal y como se ilustra en muchas de las pinturas orientalistas o simplemente en el concepto que tenemos los europeos de los harenes dentro del mundo musulmán.

Y aunque hoy han perdido fuerza las teorías que relacionan estas piezas con formas de prostitución sagrada, sí que se mantienen con fuerza aquellas hipótesis que vinculan este tipo de piezas como símbolo de la "unión sagrada", hierogamia, una unión ceremonial entre el rey y la suma sacerdotisa, que renuevan cada año la relación entre Duzumi e Inanna , como medio para asegurar la fertilidad de la tierra y la plenitud de la cosecha.

Incluso existen otras teorías que las vinculan al mundo del sexo más mundado y vulgar, ya fuesen como un objeto simbólico o de recuerdo de una "casa de la cerveza" o prostíbulo, una especie de regalo de bodas o la plasmación visual de un acuerdo de matrimonio. 


Placa de terracota, II milenio a.C., Nimur.

Otros investigadores han indicado que estas piezas pueden considerarse como el primer arte "pop" de la historia, debido al gran número de placas existentes y especialmente por hallarse en lugares de tránsito cotidiano, es decir sería un arte de claro carácter popular, ya que al tratarse de una material barato y de fácil reproducción se puede vender fácilmente. 

Por lo que estaríamos hablando de una teoría próxima a la idea de "el arte por el arte", ya que al ser un objeto económico, y probablemente vinculado con la buena suerte o con alguna deidad protectora, la gente lo adquiriría por mero placer estético. 

A día de hoy, los estudios más rigurosos tienden a considerarlos como objetos mágicos, ya fuese como amuletos privados de fertilidad , como objetos votivos para la veneración de Ananne/Isthar, la diosa del amor, o como objetos apotropaícos, cuya función era proteger la vivienda y sus habitantes de los malos espíritus.

Pero antes de adentrarnos en alguna de estos estudios nos gustaría exponer una de las hipótesis más atrayentes sobre el por qué surgieron estas placas eróticas de arcilla, hipótesis que apunta también a considerar estos objetos como iconos mágicos.
Pareja de músicos.

Una revolución religiosa...

Los principales autores de esta hipótesis son Binsbergen y Wiggermann quienes consideran el factor religioso como la clave para entender la producción masiva de estas placas de arcilla, dentro de lo que podría considerarse como una revolución religiosa.

El primer motivo que esgrimen es, que parece fuera de toda duda, que se trata de un arte popular, producido de manera independiente (o paralela) a la teología oficial desarrollada por los grandes templos religiosos.

 Por lo que es posible que estas placas fueran un código, un símbolo de una nueva corriente religiosa, centrada en unas divinidades menores, pero de carácter más popular, más cercanas al pueblo y basada en los principios más ancestrales de la religión: la protección del individuo y de sus hogares. Por lo que identifican a la figura de la mujer desnuda como 'Bastu', un espíritu protector, que ya aparece en los antiguos sellos cilíndricos.

Placa rectangular de terracota, con pareja de amantes y mujer bebiendo de un ánfora a través de una caña, II milenio a.C., 13 cm, Coleccionista privado.

De esta forma Wiggermann y Binsbergen nos habla de la existencia de dos sistemas de creencias: el "hegemónico", el oficial, auspiciado por los templos y el palacio, y un sistema "holístico", que es local, doméstico, que hunde sus raíces en los principios religiosos más ancestrales, más antiguos que la propia religión oficial. 

Así Wiggerman dice: "el sentimiento anti-hegemónico se renueva en situaciones de crisis, donde el teórico poder infinito de los dioses oficiales falla y el hombre debe cuidar de sí mismo".

Así esta industria de terracota estaría vinculada con este segundo concepto, siendo la plasmación más directa y clara de estar ante un cambio de paradigma. 

 De hecho, se observa una correlación directa entre la presencia cada vez más numerosas de placas y el aumento de confrontaciones entre las comunidades de esta zona. Más interesante aún, es el dato de que la industria de placas comenzó justo después de la caída del estado de la tercera dinastía Ur. 

Es decir, ante la caída de Ur (por el abandono de sus dioses oficiales), la gente dejó de creer en el sistema hegemónico de creencias, replegándose en un sistema más básico y antiguo de creencias, unos dioses menores, pero de carácter más cercano y por lo tanto, más accesibles a los beneficios de su protección.

En resumen se trataría de un arte popular, una alternativa al sistema de dioses de las élites que les habían fallado, es una respuesta a las necesidades de la gente en tiempos de crisis sociales, con un programa iconográfico y unos valores mágicos fáciles de reconocer por todo el mundo, a pesar de las diferentes culturas, religiones, etnias o lenguajes que poblaron las tierras de Mesopotamia.

 Las placas sirvieron de fuerza unificadora antes los rápidos cambios culturales que se estaban dando en la región.


Relive erótico Babilónico, ¿Gilgamesh e Inanna? en postura amatoria sobre una cama, III milenio a.C.; 5 cm. de altura. Colección privada.

Las fronteras entre dos mundos 

Así una vez vista una explicación de por qué surgieron estas placas, podemos intentar descifar su significado mágico o religioso.... Por lo explicado hasta ahora parece evidente quesu principal función fue protectora, aunque no se descarta una relación con algún tipo de magia blanca, tal vez, asociada a ritos de fertilidad y fecundidad.


Placa de arcilla, Summer, Tell Uhaimir
© Ashmolean Museum, 
University of Oxford


Pero como bien explica la doctora Julia Assante, una de las mayores especialistas en las placas de terracota babilónicas, en dicha cultura existía una compleja relación entre el mundo de la magia y los elementos liminales, de frontera: puertas, ventanas, cruces de caminos, la cama (como frontera entre el mundo real y de los sueños), y también partes del cuerpo, como la boca o la vagina, eran vistos como lugares donde la membrana entre lo visible y los poderes invisibles se diluían, puntos dónde los habitantes o las fuerzas del universo no físico podían surgir y afectar a la realidad de la vida cotidiana.

Esto explicaría porqué muchas de estas placas se han hallado cercanas a estos puntos liminales, así como su estrecha relación con el mundo del sexo (cama, ano, vagina, boca). Además esta conexión se hace aún más palpable si analizamos su lenguaje, ya que las palabras vagina y ano comparten raíz con la palabra puerta o portal, por lo que ambos orificios del cuerpo también son elementos liminales.

Por lo tanto estas placas serían amuletos que actuaban protegiendo tanto la casa (como serían nuestros actuales atrapa-sueños) como 'las puertas del cuerpo', ya que a través de estas puertas, la vulva, el recto y la boca, fuerzas malignas o negativas pueden penetrar y así tomar posesión del cuerpo humano



Placa con escena sexual, Monte de Bismaya, Isin- Larsa, Antigua Babilonia, 2000-1600 a.C.; 
Oriental Institute Museum Universidad de Chicago

Bibliografía


Artemis A.W. y Martha Sharp Joukowsky; Architecture, Body and Performance in the Ancient Near Eastern World, Institute for Archaeology and the Ancient World, Brown University, 2006

Assante, J; Sex, Magic and the Liminal Body in the Erotic Art and Texts of the Old Babylonian Period, Sex and Gender in the Ancient Near East, Actes de la XLVIIe Rencontre Assyriologique Internationale (Helsinki, 2-6 July 2001), Simo Parpola and Robert M. Whiting, eds., Helsinki, 2002: 27-51.

Assante, J; Style and Replication in ‘Old Babylonian’ Terracotta Plaques: Strategies for Entrapping the Power of Images, Ex Mesopotamia et Syria Lux; Festschrift für Manfried Dietrich zu seinem 65. Geburtstag, Oswald Loretz, Kai Metzler and Hans Peter Schaudig, eds., Alter Orient und Altes Testament 281, Münster: Ugarit-Verlag, 2002: 1-29.

Leick, Gwendolyn. Sex and Eroticism in Mesopotamian Literature. New York and London: Routledge, 1994.

Legrain, L; Ur excavations volume III Archaic seal. impressions.

[En Internet]

http://www.academia.edu/873588/Womens_Roles_in_Ancient_Mesopotamia, page 94

http://pladelafont.blogspot.co.uk/2012/11/inanna-ishtar-la-diosa-mesopotamica.html

http://factsanddetails.com/world.php?itemid=1521&catid=56&subcatid=363 (under “Mesopotamian Hygiene, Perfume and Sex”)

http://3.bp.blogspot.com/-d88npMh9sPo/TXDRGLhUeNI/AAAAAAAAAnw/9sGn7Xh-1XU/s1600/sumerian-love.jpg

https://allmesopotamia.wordpress.com/page/2/

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